19 diciembre 2010

El CMD como ejemplo a seguir.

Ya terminé el penúltimo cuatrimestre de la maestría en diseño de la Universidad de Palermo, y sin duda estos últimos meses han sido demasiado pesados, pero, también muy interesantes gracias a las clases y sus profesores. Adrián Lebendiker (ahora director de Gloc) fue mi profesor de diseño estratégico y debo decir que es un profesor que tiene un manejo sobre el tema impresionante y aunque debo reconocer que su tono de voz y mono-expresividad tienden a transformarse en un somnífero para sus estudiantes (espero lea esto y lo tome como una buena crítica con aprecio) es toda una eminencia en entender el diseño a través de la visión empresarial, y ¿cómo no? Si fue el fundador y director del Centro Metropolitano de Diseño (CMD).
El CMD es “una institución pública dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dedicada a dinamizar el entramado productivo y la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad a través de un manejo efectivo del diseño”. Y es que Buenos Aires se toma tan en serio el diseño, que una institución como esta no podría estar en otra agenda que no fuera la del ministerio de desarrollo económico.


Lo interesante del CMD es su pro-actividad, y como con ella logran: estimular las iniciativas privadas y/o publicas vinculadas al diseño en BsAs, coordinar la interacción entre diseñadores, gerentes de diseño, ejecutivos, empresarios pyme, delineadores y directores de políticas públicas y académicos, contribuir a la estructuración de una red solida de centros, institutos y organizaciones de diseño, fortalecer con constante esfuerzo la gestión del diseño, y preparar a la ciudad para exportar todo su caudal de creatividad a todo el mundo. Es impresionante que tan bien se ha compenetrado con la ciudad, sus habitantes y muchas de las necesidades que se presentan y que se resuelven a través de su trabajo sobre el diseño.
Han sido los propulsores para muchos emprendimientos, y los encargados de ayudar a la inclusión social en la ciudad, también están involucrados en promover la cultura del diseño y mantener el título que le otorgo la UNESCO como ciudad de diseño, se han convertido en la piedra angular para muchos de los eventos culturales que se desarrollan durante todo el año (en su mayoría gratuitos), han beneficiado además del diseño, campos como la música, y el desarrollo audiovisual y editorial y se ha convertido en ejemplo a seguir de muchas de las ciudades en Latinoamérica.
Actualmente el CMD está bajo la dirección de Enrique Avogadro de 35 años Licenciado en Estudios Internacionales, quien ha aportado su vasta experiencia en hacer crecer las posibilidades y el impacto del CMD en la ciudad. Realmente muy de admirar tanto Adrián como Enrique por mantener este tipo de proyectos vivos y trabajando por el beneficio colectivo.
Ahora, me quedo pensando, ¿qué pasa en Colombia?, ¿que nos ofrece el gobierno para el área de diseño?. Realmente no he encontrado muchas cosas, hace poco me encontré con la Comisión De Diseño Industrial, que es lo más cercano que he visto a la política, pero creo que para que Colombia tenga su propio CMD primero es de entender que hay que concientizar al estado que el diseño es una pieza clave para el desarrollo económico del país, y que mientras no sea tratado como tal, su labor se va a ver limitada. Muchas veces he discutido sobre el tema con varios amigos, y les digo algo que me dijeron una par de personas hace tiempo, y es que las decisiones más importantes del diseño están en la política, incluso la única solución viable para los problemas de la sociedad están en la política, en una BUENA política.
Creo que el tener la Mesa Nacional de Diseño (ahora bajo la presidencia del D.I. Mauricio Gutiérrez), la Red Latinoamericana de Diseño (bajo la dirección del D.I. Jorge Montaña), el Programa Acunar como iniciativa de la facultad de diseño industrial de la Universidad Nacional de Colombia (y actualmente bajo la dirección de D. I. Eduardo Naranjo Castillo) y la Revista Proyecto Diseño (bajo la dirección del D.I. Iván Cortés) son muy buenos comienzos para construir el camino del diseño en nuestro país, pero, definitivamente cada día estoy más seguro que Colombia necesita aumentar el interés del gobierno en materia del diseño como herramienta fundamental para el desarrollo del país.






Me pongo a pensar, ¿Qué piensan las altas esferas del país en cuanto a nuestras profesiones?, a veces me pregunto si más allá de las flores, el café, las esmeraldas, los bananos (y otros más) no se han dado cuenta que lo que más tiene Colombia es creatividad y personas con actitud emprendedora (es un común denominador en casi toda la región latinoamericana), entonces, ¿Por qué no pensar en abrir caminos para promover todo este caudal de creatividad y de nuevas oportunidades?

No hay comentarios: