11 abril 2010

Políticas Verdes

Annie Leonard en su serie de videos Story of Stuff, comenta: “Algunas personas dicen que es irrealista, idealista, que no puede suceder. Pero yo digo que quienes son irrealistas son los que quieren seguir por el viejo camino” (2007) refiriéndose a una mentalidad más responsable con la sociedad y el ambiente, y quizá, tiene toda la razón, pero definitivamente el camino no es por la vía del reciclado, o del tristemente célebre “apaga la luz y cierra la llave del agua”.
Las decisiones que podrán modificar y asegurar una prolongación de la vida del planeta tierra y de los recursos, tienen lugar en las altas esferas de la política, debido a su fácil manipulación (en el buen sentido) de grandes masas. Sin embargo, antes de pensar en la política como agente promotor del eco-desarrollo, primero las personas deben aprender a seleccionar a sus gobernantes, para que estos trabajen en pro de la sociedad y no de los pocos adinerados.
Los buenos gobiernos tienen la posibilidad de cambiar las políticas universales de consumo, impactando de una manera importante en los sectores de salud, ambiente y sociedad, siendo estos grandes cambios, los propulsores de continuas pequeñas renovaciones en la industria que sumadas al unísono, dejaran más huella en nuestro planeta que lo que se hace ahora mismo.
Un buen ejemplo es el gobierno de España que lanzó recientemente la estrategia y el plan de acción para impulsar el vehículo eléctrico en España.

Dentro de su plan de Economía Sostenible -un amplio programa modernizador con el objeto de lograr un nuevo modelo económico-, el Gobierno de España anunció sus medidas para impulsar el uso del vehículo eléctrico en el país.
Las metas pretenden alcanzar las 250.000 unidades matriculadas al 2014 con un apoyo estatal de 590 millones de euros para fomentar la demanda y la industrialización, además del diseño de ventajas urbanas para el vehículo eléctrico, entre otras medidas. Además, el programa subvencionará la adquisición de estos vehículos con un 20% del coste hasta un máximo de 6.000 euros por vehículo para usuarios particulares y flotas privadas. (Sanchez, 2010)

No se puede pretender que los industriales dejen de ganar dinero, o que renuncien a la etiqueta industriales, lo que sí se puede proponer o desear, es que ganen dinero de una manera más saludable para el planeta y para las personas, todo esto impulsado desde una política más justa, una política más correcta, junto a un gobierno como lo definió Annie: “el gobierno debe ser del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”(2007). Antes de promover el desarrollo de productos verdes, el esfuerzo debe estar en promover políticas verdes.
Para mayor información sobre el tema visitar:

No hay comentarios: